Informe anual de UNICEF México: romper el ciclo de pobreza que afecta a infancia y adolescencia “paso clave para el futuro de México”

Durante un evento en el Museo Soumaya de la Ciudad de México, que contó con la presencia de Peter Grohmman, Coordinador Residente de Naciones Unidas; Nuria Fernández, Directora del Sistema DIF; Rocío García, Subsecretaria de Bienestar; Martha Hernández, Subsecretaria de Educación Básica; Oliver Castañeda, Procurador Federal de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes; Carlos Brito, Director de Canal Once, y Fernando Carrera, Representante de UNICEF en México, entre otros representantes del gobierno, sociedad civil y organismos internacionales, la organización resaltó la importancia de eliminar la pobreza entre la población infantil y adolescente a nivel nacional, así como el papel crucial que la educación juega en ese sentido.

Fernando Carrera Castro, Representante de UNICEF en el país señaló: “Mexico enfrenta un momento clave en su desarrollo y si algo muestra este informe es que la expansión económica a nivel nacional en 2021 estuvo acompañada, lamentablemente, de un aumento en la vulnerabilidad de la infancia y adolescencia en el contexto de la pandemia por COVID-19.

El informe, que resume el conocimiento recabado por UNICEF sobre la situación de niñas, niños y adolescentes en México durante 2021 al igual que las principales intervenciones de la organización en materia de salud, educación, igualdad y protección de la niñez y adolescencia a nivel nacional, muestra que, durante ese año, los hogares con integrantes menores de edad:

  • seguían teniendo ingresos menores a los percibidos antes de la pandemia;
  • continuaban teniendo dificultades en cuanto al acceso y consumo de alimentos saludables;
  • evidenciaban síntomas y comportamientos asociados al deterioro de la salud mental, y
  • enfrentaban serios desafíos para asegurar la continuación de los estudios y el aprendizaje de niños, niñas y adolescentes debido a los gastos asociados, el temor al contagio en entornos escolares y las demoras en la reapertura de planteles. (ENCOVID 19)

Por otra parte, el confinamiento vinculado a la pandemia conllevó a un incremento de los delitos por violencia doméstica: 5.3% en 2020 respecto a 2019. (CNPJE 2021)

Además de las afectaciones puntales fruto de la pandemia, la infancia y la adolescencia en México presenta una situación deteriorada y con múltiples desafíos que comprometen su pleno desarrollo y el de la sociedad:

  • mayores niveles de pobreza que otros grupos poblacionales (52.6% entre la población de 0 a 17 años y 43.9% entre la de 18 en adelante). En otras palabras, uno de cada dos niños, niñas o adolescentes vive en la pobreza: cerca de 19.5 millones (CONEVAL, 2020);
  • preocupante prevalencia de la desnutrición crónica entre menores de cinco años (13.9%), de la anemia entre los de uno a cuatro años (32.5%) y del sobrepeso y la obesidad (38.5% entre los de 6 a 11 años y 43.8% entre la población de 12 a 19 años), afectaciones todas con graves consecuencias para la salud (ENSANUT 2020), y
  • potencial aumento de las brechas de aprendizaje y del abandono escolar, particularmente en las poblaciones de mayor vulnerabilidad, por ejemplo, aquellas pertenecientes a comunidades indígenas fruto del cierre prolongado de escuelas.

Dadas las importantes implicaciones de esta situación, durante 2021 UNICEF enfocó sus esfuerzos en apoyar acciones de las autoridades mexicanas vinculadas a:

  • fortalecer y ampliar la protección social a niveles federal y subnacional, con fuerte énfasis en recabar conocimiento sobre el grado y tipo de pobreza que viven niñas, niños y adolescentes en México, así como los efectos de la pandemia de COVID-19 en los hogares;
  • prevenir, tratar y reducir todas las formas de mala nutrición a través del fortalecimiento de la calidad de la atención ofrecida por los servicios de salud a nivel primario y comunitario, así como del desarrollo y promoción de entornos alimentarios saludables, incluyendo cooperación técnica para modificar marcos normativos nacionales y estatales;
  • aumentar el acceso a servicios de salud vinculados a la buena nutrición, y a mejorar la salud materno-infantil;
  • promover el regreso seguro y saludable a clases presenciales, abogando por el derecho a la educación de 25.4 millones de niñas, niños y adolescentes, y desarrollando iniciativas dirigidas a reducir los impactos negativos de la pandemia en la educación;
  • fortalecer capacidades técnicas a nivel federal, estatal y municipal en materia de protección infantil/adolescente y prestación de servicios relacionados, además de aumentar la capacidad de prevención de la violencia, el abuso, la negligencia y la explotación de la niñez y adolescencia, y de evitar la separación familiar;
  • apoyar esfuerzos estatales y municipales vinculados a provisión de agua y saneamiento, protección de la infancia, inclusión educativa, reunificación familiar, salud, nutrición, y cooperación técnica con autoridades locales;
  • mejorar las opciones de cuidado alternativo para los niños, niñas y adolescentes que lo requieran, a través de programas de acogida en hogares en lugar de instituciones, y
  • garantizar el cumplimiento de los derechos de niñas, niños y adolescentes en situación de movilidad sin importar de dónde vinieran ni hacia dónde se dirigieran.

Referencia:https://www.unicef.org/mexico/comunicados-prensa/informe-anual-de-unicef-romper-el-ciclo-de-pobreza-que-afecta-infancia-y

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